
Antonia vive en una casa rodeada por un hermoso jardín con muchas plantas y una larga mesa para almorzar en familia. Sus flores favoritas son las margaritas: las mide, las riega y ¡hasta les cuenta sus secretos! Un día, las margaritas desaparecen como por arte de magia y Antonia le pide a su hermano Carlos que la ayude a encontrarlas. Carlos, acompañado por perrita Pelusa, investigará y buscará pistas durante días, convirtiéndose en un verdadero detective.
Sobresale el uso del color y el trabajo en técnicas mixtas de la ilustradora Lucía Franco, que aportan calidez y emocionalidad expresiva al relato de la autora.