¿Sabe lo que es el amor? Yo sí: caída libre y fuerza ascendente a la vez.
Como el viento.
Si quiere comprobarlo deberá visitar un lejano poblado que queda al interior de la pampa magallánica, antes de llegar a Puerto Natales, siguiendo una dilatada huella de tierra que probablemente nunca será pavi-mentada, un desvío en la carretera que se interna como una lombriz ancestral en rutas donde solo encontrará desolación, aridez y coirón. Opasnost– así se llama el lugar– al igual que otras aldeas, es resabio de la antigua idea que gobiernos pasados tuvieron de poblar la Patagonia. Los gobiernos actuales evocan ese sueño, pero se esmeran en boicotearlo. Aun-que en este caso la palabra poblado pudiese resultar un tanto pretenciosa.
En un lejano pueblo de la Patagonia llamado Opasnost los habitantes viven aislados por un extrañísimo y casi inexplicable fenómeno climático que concentra los vientos más impulsivos y arremolinados, dificultando el acceso y templando el temperamento de su gente. Quienes viven en este villorrio austral esperan ansiosos la llegada del cartero, el cual, para entregar la correspondencia, requiere sobrevolar los cielos con un traje capaz de resistir la ventisca y un inflado volantín a sus espaldas.
También ingresa en la trama narrativa la búsqueda de un ave extinta: el zarapito boreal. Todo parece indicar que Opasnost es un lugar donde mora lo infrecuente: los vientos despiadados, el Ícaro austral, la especie perdida.
El correo del viento es un relato donde el viento adquiere un singular protagonismo como monarca supremo de las pampas y vastedades, pero también una mirada diferente a la singular, aunque cotidiana proeza de habitar espacios donde no llega la modernidad y donde los mitos que se dieron por olvidados retornan desde otro tiempo para recuperar el pacto de los hombres con el territorio.
Aspectos destacados
• La nostalgia del oficio de cartero en un entorno tan desolado y remoto como la Patagonia.
• Una historia que rescata mitos y se nutre de una variedad de ingredientes fantásticos: un rey, la rosa de los vientos, un zarapito boreal.
• De un galardonado autor oriundo de la Patagonia.
Óscar Barrientos
2018 – Premio Fundación Pablo Neruda a la Trayectoria Poética
2015 – Premio Iberoamericano Julio Cortázar, La Habana, Cuba
2014 – Premio Nacional de Narrativa y Crónica Francisco Coloane
1997, 2013 – Premio Municipal de Valdivia Fernando Santiván
2001 – La beca de creación literaria del Fondo del Libro y la Lectura
1988 – Premio María Cristina Ursic de poesía